Enfriamiento de la mozzarella: Precisión térmica para una calidad y textura ideales

El enfriamiento de la mozzarella es uno de los pasos más importantes en la elaboración del queso, ya que garantiza la textura, el sabor y la conservación del producto. Tras el estirado y el moldeado, la mozzarella aún está caliente y necesita enfriarse rápidamente para mantener su estructura y prevenir el crecimiento de microorganismos.

Este proceso se lleva a cabo con agua fría suministrada por un enfriador, que circula en los tanques o túneles de enfriamiento. El enfriador controla con precisión la temperatura, permitiendo que la mozzarella alcance el punto ideal de firmeza y elasticidad sin perder humedad.

Además de garantizar la calidad y la seguridad alimentaria, el uso de un enfriador proporciona eficiencia energética, estabilidad del proceso y estandarización de la producción, factores esenciales para mantener la excelencia a escala industrial.

En resumen, el enfriador es fundamental para enfriar la mozzarella, garantizando consistencia, sabor y una calidad superior en cada lote producido.