El enfriamiento del suero es un paso fundamental en el procesamiento de productos lácteos, especialmente después de la producción de queso. El suero es un valioso subproducto, rico en proteínas y nutrientes, que puede reutilizarse en la elaboración de ricotta, bebidas lácteas y complementos alimenticios.
Para mantener sus propiedades y prevenir la proliferación de microorganismos, el suero debe enfriarse rápidamente, generalmente a 4 °C, inmediatamente después de su separación. Este proceso se lleva a cabo mediante intercambiadores de calor alimentados con agua fría proveniente de un enfriador.
El enfriador garantiza temperaturas estables y precisas, asegurando que el suero mantenga su calidad y pueda procesarse de forma segura y eficiente. Además, el sistema ofrece un bajo consumo de energía y un control continuo del proceso, optimizando el rendimiento de la producción.
En resumen, el enfriador es esencial para enfriar el suero, garantizando su conservación, calidad y máximo aprovechamiento de uno de los subproductos más importantes de la industria láctea.